Nicolas Liberde LLanka

ESCRITO EN EL CORAZÓN DEL OTOÑO 

    Hace mucho, pero mucho tiempo, hombres y mujeres trabajaban en armonía. Un día se sentaron a la mesa a compartir su fraternidad junto a la Justicia, la Paz, la Libertad, y la belleza. Parecían degustar en cada alimento el sabor de la Tierra. Luego bailaron y rieron con sus rostros pletóricos de vida. Aquella existencia parecía ser un sueño despierto. En medio del festín, un hombre colmado de dicha y plenitud cerró sus ojos quedándose profundamente dormido durante miles de años. Un día despertó y vio a la humanidad herida de fronteras. Observó perplejo fastuosidades por un lado; hambrunas y tristezas por el otro, guerras sembrando desolación por doquier, entonces… encontró a la Libertad con sus alas arrancadas…a la Justicia abandonada en un rincón del calabozo…a la Paz la halló enloquecida… y a la Belleza la contempló luchando en la conciencia de los pueblos  para liberar de aquel martirio a sus otras tres hermanas.

AMOR

 

 

 Le pregunté a una rosa por el amor

y me abrazó con su perfume,

mostró sus pétalos sensuales,

su tierna desnudez,

pero sobre todo señaló sus raíces…

su lucha incansable bajo la tierra…

y como en estela inquieta

vi suspirar al otoño,

al invierno sudar en la

construcción de la primavera,

vi perecer desesperado

al pimiento en la sequedad

solitaria del desierto,

al obrero levantar casas,

construir carreteras,

al minero con el rostro apagado,

al pescador con el

sueño entre las redes,

al campesino surcar sembrados

con la esperanza de cultivar 

el sol de su sangre,

le pregunté a una mujer

con alas sobre el amor

y en su mirada vi al mar palpitando

como a un niño dormido…